Que Dios me ayude – Martín Lutero

Que Dios me ayude – Martín Lutero

Alemania – Historia de Alemania – Martín Lutero

Yo había llegado al sur a causa de mi nuevo trabajo. Los fines de semana viajaba a menudo sin información previa por una región que me era desconocida a pesar de llevar una década en Alemania. Sencillamente tomaba el primer tren que salía sin importar la dirección, sin saber con exactitud qué sorpresa encontraría en la próxima estación y así esa primera impresión me era más placentera no sólo porque muchos lugares y edificios que encontré a mi paso eran obras maestras de la arquitectura o hitos de la historia del país; sino porque con el tiempo, gracias a esos viajes, comprendí mejor Alemania y los alemanes.

Así fue como llegué por primera vez a Worms, una pequeñísima ciudad de la que no había oído hablar jamás y que guarda con mucho celo la catedral donde una vez ofició Martín Lutero.

Aquí estoy, no puedo evitarlo, que Dios me ayude». ¡Amén! – Martín Lutero

El caótico urbanismo medieval de la ciudad acorraló esta iglesia de Worms de tal manera, que a ella solo se llega a través de calles estrechas, supongo que muy peligrosas hace quinientos años y que hoy hacen imposible tomar una foto de conjunto. En su interior coincidí con un grupo de turistas más interesados en sus propios selfies que en la extensa explicación que un monje les proporcionaba y que yo, a costa de mucho esforzarme trataba de entender sin unirme al grupo. Así conocí algunos datos de la vida de alguien que desde la fe y su amor a cristo partió el mundo occidental en dos.

No se me ocurre ahora mismo un apellido alemán que haya tenido más impacto en la historia mundial que Lutero. Quizás lo haya, pues lo que sé de germanística lo he aprendido de oído en estas calles o leído en los muros de sus edificios. No seré yo el más preparado para dictar conferencias acerca de la vida de Lutero pues al pisar aquel lugar el apellido era para mi solo un recuerdo lejano de mis clases de historia. En el colmo de mi ignorancia había sido sustituido por su tocayo más moderno, más oscuro, de segundo apellido King.

La catedral de Worms

Aún en mi condición de ateo visito tantos edificios religiosos como puedo, por eso me concentré en la edificación que es lo mío. Esa catedral es uno de los ejemplos mejor conservados del periodo románico que he visto en mi vida. Un ejemplo que estoy seguro que es material de estudio en más de una escuela de arquitectura del mundo.

De planta clásica de cruz latina, está construida en piedra arenisca rosa tan común en esta región pues permite a los maestros pedreros tallar capiteles, columnas e imágenes con bastante facilidad. Todo lo demás se reduce a la madera oscura de su mobiliario y a los grandes ventanales que no llegan aún a la apoteosis en el gótico. En algún momento han introducido un altar barroco y finalmente, como valor histórico inmenso, se ha conservado aquí el púlpito desde el cual una vez ofició Lutero. En este lugar comenzó el proceso de reformación.

En la ciudad se muestran por doquier referencias a su monje más ilustre. Quien habiendo sido condenado a muerte por la iglesia, el emperador Karl V dio tiempo para pensarlo de nuevo. Bajo amenaza de muerte Lutero se negó a retractarse pronunciando sus más conocidas palabras. Si bien la historia ha demostrado que no son exactas, dan una idea del valor y la convicción de este hombre:

«Hier stehe ich, ich kann nicht anders, Gott helfe mir. Amen!»

«Aquí estoy, no puedo evitarlo, que Dios me ayude». ¡Amén!* – Martín Lutero


Otro de sus grandes aportes fue traducir por primera vez la biblia del latin a otro idioma. En este caso, el alemán. Lutero era de la convicción de que solo si la gente podía entender los evangelios, llegaría a consumarse la entrega completa a Dios. En la Europa del medioevo todos, con excepción del clero y las cortes eran analfabetos, el latín les era un idioma extraño


* Las palabras exactas de Martín Lutero fueron:
…Si no me convencen los testimonios de la Escritura y los razonamientos claros; pues no creo ni en el Papa ni en los Concilios solos, ya que es cierto que a menudo se han equivocado y contradicho, me invaden en mi conciencia los pasajes de la Sagrada Escritura que he citado, y me atrapan la palabra de Dios. Por lo tanto no puedo y no me retractaré de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia de uno no es seguro ni saludable. ¡Que Dios me ayude, Amén!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

About:

Que Dios me ayude – Martín Lutero

Categoría: Alemania, Blog, Fotos, Historia Etiquetas: