Arquitectura cubana hecha por cubanos
No puedo dejar de pensar en la foto.
Si en 1492 los colonizadores deslumbraron a nuestros aborígenes con espejitos, hoy encandilan a nuestros caciques y nos llenan con su consentimiento las ciudades cubanas de edificios cerrados tras grandes paneles de cristal, pensados para los oscuros meses del invierno escandinavo. Parafraseando la propaganda oficial “Cada día de trabajo de esos sistemas de aire acondicionado para enfriar esa incubadora le costará a cada cubano una vuelta de pollo”.
Es el disparate convertido en política oficial. Una política discriminatoria no escrita que llena la isla de proyectos concebidos para climas y culturas que nada tienen que ver con Cuba, pagados o adeudados con dinero público. Peor aún, para la nación, está provocando desde hace décadas el éxodo masivo de los jóvenes arquitectos cubanos. Nadie los culpe. La arquitectura es una profesión demandada allí donde se valora.
No hay justificación. En Cuba hay una larga tradición de arquitectura y construcción. Solo hay que echar una mirada al patrimonio construido que nos dejaron nuestros abuelos. O a toda la obra concebida por sus hijos durante las últimas décadas del pasado siglo. Infinidades de escuelas, hospitales, polos científicos, hoteles concebidos en Cuba son testigo del talento y experiencia de las escuelas de arquitectura cubanas.
Mirando esta foto me atrevo a hacer un llamado-propuesta-invitación-reto-challenge o como quiera cada uno llamarla para hacer propuestas de ideas (conceptuales por supuesto) como contrapartida y a su vez comparación con las obras que se han hecho en el país de manera inconsulta. Hagamos nuestra propuesta de arquitectura cubana actual, esa que no nos dejaron hacer en el país, hecha y pensada para Cuba. Para mostrar además al pueblo cubano lo que somos capaces de hacer, una arquitectura racional, con sentido de pertenencia cultural.
Las bases son las siguientes:
- Partir de un emplazamiento real, un lote, un espacio existente en la geografía cubana que haya sido “víctima de un proyecto extranjero” en las últimas décadas.
- Mostrar los cambios que en opinión de los autores serían necesarios para adaptarlos a nuestras condiciones. Cambios a discreción del autor que pueden incluir demoliciones parciales o totales.
- Lo anterior es válido para inmuebles que estén en cualquier etapa de ejecución o incluso obra no empezada. En este último caso se podrá utilizar la parte de la estructura construida hasta el momento, modificarla, demolerla parcial o totalmente.
- Materiales y técnicas libres. Aunque estos proyectos no serán construidos, debe tenerse en cuenta la lógica económica de la intervención.
- Las propuestas deben ser construibles. No se trata de lanzar ideas fantasiosas sino de mostrar a los decisores de las inversiones públicas en Cuba, el valor de la escuela de arquitectura cubana.
- Romper el concepto actual de “Turista cautivo” y “Hotel encerrado en sí mismo” para crear instalaciones que se participen y den valor a la vida cotidiana de la ciudad.
- Los diseños deben tener un fuerte enfoque en la sostenibilidad y ser conscientes del medio ambiente cubano en todas las etapas, desde la construcción hasta el funcionamiento.
- El diseño tendrá como objetivo dar valor a la arquitectura como expresión cultural cubana del siglo XXI.
Organización
- La invitación está abierta a profesionales y estudiantes de arquitectura cubanos o equipos formados por estos.
- Los participantes podrán elaborar y presentar tantas obras como deseen.
- Los participantes deberán incluir en cada caso una breve explicación de su proyecto
- Las obras deben llevar identificación de autor, grupo de autores o empresas.
- Las obras serán publicadas en los espacios virtuales, blogs o websites del o los autores conteniendo el hashtag #arquitecturacubana2022.
- La presentación puede incluir técnica manuales o digitales, dibujos de todo tipo, imágenes o vídeos fotorealísticos.
- No habría una fecha tope, pero cada obra publicada con este Hashtag debería ser pública a partir del 1 de septiembre de 2022 y antes del día 20 de octubre, día de la cultura nacional.
Esta es mi idea. Es una exhortación, no un llamado. El objetivo es mostrar la versión de los arquitectos cubanos de cómo debe ser una arquitectura hecha en Cuba, que tenga en cuenta la viabilidad, el clima, la cultura y el entorno de la ciudad o paisaje en que se inserta. Nunca he promovido y organizado algo así. Puede ser que finalmente solo yo presente mi variante. Ya le tengo ojeriza a ese edificio dirán algunos y puede que así sea. Pero me alegraría saber qué pueden hacer mis colegas cubanos, sobre todo los que aún viven en Cuba cuando se les da la posibilidad. Son ellos los que más pueden ganar si el ejercicio de la arquitectura vuelve a manos cubanas en Cuba.
Finalmente, miren nuevamente la foto. Esa es la arquitectura hecha por “ELLOS”, mostremos ahora una arquitectura cubana hecha por “NOSOTROS”.
Estimado colega, esto no es una competencia de arquitectura. No está auspiciado por ninguna organización ni fuera ni dentro del país, no hay más juez y premio que el reconocimiento y la visibilidad que puedan obtener los profesionales de la arquitectura en Cuba ante el pueblo cubano. Si eso es suficiente, como decía el querido profesor de los arquitectos cubanos Pedro Gispert: ¡Felicidades y adelante!
Vale esta idea. Gracias.