Vivir del aire
En diciembre anunciaron que iban a tomar el toro por los cuernos, que iban a intervenir el mercado. Esa fue la palabra.
Cuatro meses después, con un ministro menos, un Podcast más y las Fotoclarias tratando de vender la Torre K como la solución de todos los problemas a ritmo de cien fotos por día, el peso ha perdido más peso que nunca. Lejos de detenerse, la depreciación del peso cubano ante el euro, el dólar y Dios se acelera a ritmo de ¡treinta euros en treinta días!
¿Y el gobierno? Bien, gracias.
No hace nada. O mejor dicho, esperando el milagro. Marrero aumenta dos tallas de su guayabera, da manotazos sobre la mesa en cada discurso, las comisiones siguen estudiando la solución a su aire y el cubano de a pie sigue, nunca mejor dicho, viviendo del aire.