El mejor momento
— ¿Cuál es el mejor momento de tu vida?
La pregunta fue saltando de un comensal a otro y las respuestas seguían el mismo patrón. «El día que nació mi primer hijo» o «el día de mi boda» repetíanse una y otra vez, aunque esta última no cuenta, puede haber estado influenciado por la presencia de la pareja a su lado.
¿Cuál ha sido el mejor momento de mi vida? pensé con prisas mientras se acercaba mi turno. Podría hablar del nacimiento de mis tres hijos, o del día que le dieron de alta al más pequeño después de meses entre la vida y la muerte. «Lograr salir de Cuba» está definitivamente del top ten, pero una cosa es salir y otra es caer de pie y ese no fue exactamente mi caso.
— ¿Cuál es el mejor momento de tu vida? — me llegó finalmente el turno. Las miradas de todos fijadas en mí, dejaban claro que no saldría de esa sin una respuesta ni siquiera llamando al camarero e invitando a todos a una ronda a mi nombre.
— El momento actual — tomé la copa miré al siguiente, sentado a mi lado.
— ¿Por qué?
¡Coño! La segunda pregunta no estaba en el juego, pero poco importó a los presentes.
— ¿Por qué?
— Porque por primera vez en mi vida sobrevivir no es la primera opción en la lista de tareas del día.