Festival de ¿seguridad?

Durante una semana Berlín fue anfitrión del evento que rota por muchas ciudades del mundo y que se ha vuelto tradición anual en esta ciudad. Cada día de la pasada semana cientos de miles de berlineses se aglomeraron en “Unter den Linden”, la avenida por excelencia de la ciudad para poner un poco de luz ante tanta noticia de un futuro oscuro. No todo en el Festival of Lights de Berlín es luz, también hubo sombras; pero no todos repararon en ella.

Decenas de miles de personas bebiendo, decenas de miles disfrutando, decenas de miles con la vista puesta hacia lo alto de los edificios iluminados en una avenida abierta al tráfico. Una avenida sin ninguna barrera de seguridad. Al menos sin ninguna medida de seguridad visible. Cualquier loco solo tendría que acelerar un camión o su auto para provocar otra matanza.

En una ciudad que ya ha conocido tales hechos, realizar tales eventos sin prever tal responsabilidad es una irresponsabilidad de los encargados del mismo, de la policía y hasta de la alcaldesa. Claro que cualquiera puede decir ahora que se tomaron todas las medidas, que lo esencial es invisible a los ojos y cualquier otra disculpa, pero lo importante para la gente, es notar la presencia de tales medidas, de barreras, de policía “toreando el tráfico”, que den la seguridad de que en el peor de los casos la cosa no pasará a mayores.

Irónicamente, días después de los hechos del mercado de navidad en diciembre de 2016 donde murieron varias personas aplastadas por un camión que se lanzó sobre la muchedumbre, se colocaron barreras en ese lugar que hasta hoy permanecen en un lugar que está vacío 300 días al año.