Los hijos no son propiedad de los padres
Ahora que se acerca el momento de aprobar/imponer el nuevo código de familia en Cuba los ánimos se caldean. Hoy al recordarle a un criollo que los hijos no son propiedad de los padres, me ha gritado a voz en cuello, en letras mayúsculas: “MIS HIJOS SON MI PROPIEDAD. SI EL ESTADO QUIERE DECIDIR SOBRE ELLOS, TENDRÁ QUE CALZARLOS, VESTIRLOS Y DARLES DE COMER”.
Una interesante frase que contiene varios equívocos:
- Los hijos no son propiedad de los padres. La relación de consanguinidad no establece propiedad sobre las personas. Es así al menos en la era moderna y en las sociedades occidentales con independencia del sistema político. Se es propietario de una silla, de un auto o una casa, pero no de una persona.
- Los hijos no son propiedad de los padres en cuanto un día decidirán voluntariamente irse y hacer su vida. Exactamente como usted lo hizo. ¿O es usted propiedad de sus padres?
- Cuando usted calza, viste y le da de comer a su hijo no le está haciendo un favor. Es primeramente un acto de amor, pero si ese no fuera el caso, entonces está usted cumpliendo con su obligación. Sus hijos no pidieron venir al mundo. Si están aquí es por decisión suya. Una decisión que incluye protegerlos, alimentarlos, calzarlos y vertirlos. Le guste a usted o no, usted está obligado a hacerlo.
- Que usted cumpla con su obligación no presupone pertenencia. Por ejemplo, usted no puede venderlos, cambiarlos o matarlos, como podría hacer con una gallina de su propiedad.
- Si usted no cumple con su obligación entonces el estado se lo va a recordar. En caso necesario lo va a obligar. En el caso extremo en que usted no desee o esté incapacitado para esta tarea, el estado asumirá esa tarea por usted.
Esto no tiene absolutamente nada que ver con el capitalismo o el socialismo. Es más o menos así en casi todo el mundo occidental actualmente.
¿Dice usted qué no permitirá que le adoctrinen a los hijos? Para adoctrinar a un niño el estado cubano no necesita cambiar la ley. Lo ha hecho desde hace 63 años. Si usted fue a la escuela en Cuba, usted tragó la dosis completa, desde la cucharadita diaria de “Seremos como el Che” hasta estudiar y aprobar las asignaturas de economía política y filosofía marxista ¿O usted estaba en una escuela en Miami?
En nuestra infancia una buena paliza curaba muchas cosas. Pero en la sociedad actual en que los hijos no son propiedad de los padres, esto no se permite. Da igual si los padres están de acuerdo o no. O incluso si el güevón se la hubiera ganado. Y al leer por arribita el documento me parece que la cosa en Cuba va por la línea de frenar los excesos contra los menores. No tengo datos, pero cualquier médico puede dar constancia de la cantidad de niños que llegan a los hospitales a causa del maltrato de los padres.
Si queremos salir del pantano en que estamos vamos a tener que aprender a ser civilizados.