La música de las catedrales
Cuando piso por primera vez una ciudad aguzo el oído en busca de la música de las catedrales. Luego rastreo el cielo en busca de sus torres y con ellas a la vista las sigo para llegar a su centro. En Europa, donde las ciudades tienen tan larga historia, esta estrategia funciona.
Si se me da la oportunidad, aunque no soy hombre religioso, paso algún tiempo sentado en sus bancos para desde allí con tranquilidad observar su construcción, cada detalle de los techos, vitrales y rosetones de tenerlos, sus capiteles e incluso el órgano. Esto es antes de hacer siquiera la primera foto.
He perdido ya la cuenta de los edificios religiosos que he visitado. No podría citar mi iglesia, monasterio o catedral preferida, aunque las he visitado grandiosas y sencillas, de piedra, hormigón armado y madera, con más de mil años o inauguradas recientemente. Cada unol resume en sí la historia de la ciudad. No hay que ser arquitecto, mucho menos párroco para leerla en sus piedras.
Pero hay algo que adoro por encima de todo y es la música de las catedrales. La alegría de sus campanas le dan el toque distintivo. Por ejemplo, en el video a continuación dejo la melodía que lanza al vuelo la catedral de Basilea en Suiza sobre el mercado cercano, sobre los músicos, comerciantes y pasantes, sobre las calles del centro viejo y más allá hasta rebotar en el inicio de los Alpes. Sin ella la ciudad sería otra cosa. Así conocí Basilea, con el sonido de las campanas que anunciaban la realización de una boda.
Como algo único debo destacar la filigrana tridimensional bajo los techos de su monasterio. Algo que no había visto nunca.
Basilea – Galería
P.D.
En los próximos días iré publicando algunas fotos de edificios religiosos. Alguien me preguntó para qué publico todo esto. Bueno, cuando yo estudiaba arquitectura en Cuba habría agradecido en el alma saber las diferencias entre románico y gótico. Aprobé los exámenes de historia de la arquitectura sin haber visto ni una ni otra. Me sabía la letra, pero no la música de las catedrales. Al menos unas fotos me habrían ayudado muchísimo.