Honestidad
Trabajo en una calle llena de cafés y restaurantes. A la hora de almuerzo se llena la acera de mesas a todo lo largo. La gente apurada pasa tira de una silla y se sienta, ordena la comida y come.
Los meseros salen y entran corriendo atendiendo las mesas. No tienen tiempo para controlar quién entra o sale, quién pagó y quién no.
Una vez terminada la comida, que puede durar entre 5 minutos y media hora, la gente se para, entra y recita ante la caja lo que ha consumido, paga y se va.
Nadie controla lo que han comido o bebido. Sencillamente confían en la honestidad de sus clientes.
Y funciona
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