Agente 006
Siempre me he preguntado qué llevan los caballeros de traje y corbata en sus portafolios Samsonitey hoy lo puedo revelar.
El agente de las gafas oscuras aguardó el tren sin decir palabras a apenas un par de metros a mi lado. No sé movió un milímetro en todo el tiempo, no hizo siquiera el típico movimiento de cabeza que se ha convertido en saludo en Alemania. Se mantuvo allí en posición firme, con la mirada supongo que perdida en el vacío. O quizás interesado en publicidad de O2 frente a nosotros. Creo haberle visto llevarse disimuladamente el guante de la mano izquierda al oído y murmurar algo ¿en ruso? Pero no estoy seguro porque para ese entonces ya el tren abría sus puertas ante nosotros.
Fue a sentarse a mi lado y pude admirar su traje negro, sus pantalones planchados al vapor, carísimos. Se desabrochó el abrigo, luego la chaqueta y más que sentarse, bajó el trasero con la misma suavidad que Fräulein Schmidt en la telenovela de época que pasan en la televisión en estos días.
Acomodó el portafolio (Aka diplomático) sobre las piernas y se deshizo con mucha calma de cada uno de los guantes negros de cuero. Dos por supuesto, pero si hubiera tenido ocho brazos como un pulpo yo lo habría ayudado con tal de no morir de curiosidad.
Terminado el ritual de la vestimenta y totalmente acomodado, apretó el botón del lado izquierdo del maletín, luego el derecho y levantó la tapa como haría Daniel Craig en Skyfall para recuperar el arma con la que poner fin a una disputa internacional.
Pero allí, en el fondo del maletín, organizados en perfecto orden, sólo había un par de estuches para las gafas que regala Fielmann, un taper de tapa transparente lleno de rodajas de manzana que le servirían de almuerzo a nuestro héroe, una caja que ponía en letras grandes «Fumar mata», en perfecto alemán por supuesto y un ejemplar de la revista Stern que sacó y se puso a leer con marcialidad extrema.
Nada de agente, ni papeles, ni contraseñas, ni códigos nucleares y mucho menos el habitual millón de euros nuevos y sin clasificar en paquetes de 10.000 unidades.
Nada interesante. Literalmente más rollo que película.