Yo no me meto en política.
“Ir a la isla de visita y que no te dejen salir”, la pesadilla recurrente de cada cubano en el extranjero se le hizo realidad al cubano-alemán Luis Frómeta Compte, más alemán que cubano pues estaba aquí desde 1986.
Luis fue a visitar a sus viejos en Julio de 2021 y aquel día once, las protestas pasaron delante de la casa de su familia. Sin pensarlo mucho, Luis sacó el móvil y filmó desde la reja de su casa.
Yo, que voy por la calle con el teléfono en la mano, filmando y haciendo fotos de cualquier cosa, de un auto, un árbol, un edificio, un tornillo o cualquier mierda que se me ponga por delante, estoy seguro que tendría la misma reacción, sacar el móvil y filmar. Cualquiera de ustedes habría hecho lo mismo.
Condenado a quince años de cárcel por un video de apenas unos segundos (ver a partir del minuto 0:56), le acusan nada menos que de haber recibido dinero de la Unión Europea y Alemania para filmar unas protestas que nadie en este mundo sabía que pasarían.
El gobierno alemán, dice estar haciendo gestiones. El mismo gobierno que en 2021 dejó a su suerte a centenares de colaboradores afganos en Kabul. En otras palabras, Luis va a morir en la cárcel.
Luis tiene problemas de salud y como todos saben, la medicina en Cuba no pasa por sus mejores momentos, mucho menos en las cárceles. Sus propias hijas lo dicen: “Papá no va a soportar quince años en esas condiciones. Es una pena de muerte”.
Estos son los hechos.
Hoy es Luis, mañana pueden ser ustedes los que visitan la isla y no se meten en política. Cuando decidan montar el avión rumbo a la isla, sepan que van por su cuenta y riesgo.
Luis tampoco se metía en política.