La música
Ayer hice mención de mi padre. Con el tiempo y el estrés diario cada vez son menos las ocasiones que pienso en él .
Hoy he puesto un disco de éxitos pop al piano. Maravilloso. Y ha vuelto a aparecer mi padre. No sabía que le gustaba la música al piano. De hecho, nunca le vi sentarse a oir música. Tan ocupado estaba en sacar a la familia adelante, consumido por ese trauma cubano que es buscar comida y luego a la mesa, mientras come, suspirar y soltar un «¡No sé voy a cocinar mañana!»
Nunca tuvo un día de descanso. Ni uno solo. Quizás por eso ha regresado hoy y se ha sentado aquí, a mi lado.
«No sabía viejo que te gustaba el piano».
Asintió y permaneció en silencio absorto en la música.