Dinero extranjero
“Esos hoteles no se construyen con dinero cubano sino con dinero extranjero”.
Más tarde o más temprano sale a flote esta frase en cualquier conversación donde se ponga a prueba lo oportuno o no, lo ético o no, de la construcción desenfrenada de hoteles en Cuba de este momento.
Quien la dice demuestra una inocencia sublime o un desconocimiento doloroso de cómo funciona el mundo en el siglo XXI.
Sí, es posible que algunos de los hoteles no se construyan HOY con dinero cubano pero eso no significa que sean regalados. El inversionista FINANCIA, no regala. El inversionista exige el retorno de la inversión a cobrar mañana o pasado mañana en dinero, en derechos sobre la propiedad, en dividendos de ganancias o incluso en derechos sobre tus libertades.
Dicho de otra manera están vendiendo tu futuro. Cada uno de esos hoteles construido con dinero extranjero es una deuda que dejas a tus hijos o a tus nietos.
Hay una frase muy usada en el capitalismo: “Si alguien te da algo gratis, la mercancía eres tú”. Digo esto porque, por si no lo sabías o no te lo habían dicho: Ya Cuba está viviendo el peor de los capitalismos.
He descubierto este blog hace apenas unas horas.
Observaciones críticas y objetivas, muy pertinentes y necesarias respecto a la arquitectura de manera general.
Todo lo que aquí está reflejado es algo que también he venido observando desde hace años en Cuba, donde todo lo que se construye para el turismo lleva en sí la expresión más lograda de la peor arquitectura genérica neoliberal.
Siempre me pregunto quienes son los decerebrados incapaces que toman la decisión de permitir que tales obras se construyan en Cuba.
Los mismos decerebrados que de toda evidencia, si algo no entienden o saben, es precisamente el papel que debería jugar la arquitectura en el pais, aún más dentro de contextos de tanta precariedad y miseria material.
Si algo positivo tienen estos proyectos, es que son los primeros que contradicen y ponen a La Luz del día la verdad que se esconde detrás de estas vulgares e insensibles construcciones. La arquitectura no miente.
Ánimo y gracias por las publicaciones