Heidelberg: Bombardea con cuidado

Heidelberg: Bombardea con cuidado

Esta es una de las historias más curiosas que he oido en Alemania. Me la contaron en la ciudad de Heidelberg. Una ciudad de estudiantes, en el estado de Baden-Württemberg que alberga la Universidad más antigua del país. Allí probé por primera vez el Bock, la cerveza artesanal que se produce solo en navidad y que se distingue por su sabor dulzón. Pero eso es otra historia.

Pasé dos años visitando cada día la ciudad, oportunidad que aproveché para subir al castillo de Heidelberg y como aún me quedó resuello, pude bajar a sus catacumbas a fotografiar su famoso barril gigante. Un día, en el centro histórico pregunté cómo era posible que todo estuviera intacto, que sobreviviera la II guerra mundial y la respuesta fue rocambolezca.

La leyenda callejera cuenta que a pesar de que los bombarderos británicos y americanos hacían saltar las alarmas aereas muy a menudo, estos seguían de largo hacia ciudades vecinas como Mannheim o Friedrichshafen a solo unos kilómetros de distancia y que casi hacen desaparecer bajo una lluvia de bombas. Alguien en el alto mando del ejército americano enamorado de la belleza de la ciudad, había decidido establecer sus tropas en ella cuando terminara la guerra. Tan seguros estaba de la victoria que dió orden de no bombardear Heidelberg.

Por supuesto, la versión oficial desmiente tal cosa. Oficialmente Heidelberg no tenía ninguna importancia estratégica, militar o industrial para el ejército alemán y por eso no fue castigada. Sin embargo ciudades más pequeñas como Dessau o Chemnitz si cogieron lo suyo. Al final de la guerra, las tropas americanas establecieron en Heidelberg y sus alrededores una de los mayores guarniciones del ejército. La ciudad tiene hoy una de las colonias de estadounidenses y sus decendientes más grandes de Alemania, si no es la más grande. Caminando por su centro es casii imposible no oir hablar inglés.

Sea cual sea la razón, la ciudad de Heidelberg tuvo la suerte de no sufrir impactos de bombas durante la segunda guerra mundial

Irónicamente el edificio más famoso de la ciudad es una ruina. El castillo de Heidelberg, sobre una colina que domina la ciudad, es una de las más famosas atracciones turísticas de Alemania. Su estado ruinoso data de la edad media. Existen evidencias que fue alcanzado dos veces por rayos que hicieron volar sus torres. Otra vez, las versiones populares cuentan que son las ruinas se deben a la explosión de un polvorín en la armería del castillo

Heildelberg. Galería de fotos


P.D.:

Caballo de tres patas

Esta escultura está delante de la academia donde realicé mis estudios de software developer. La vimos todos los días durante 2 años. Yo fui el único que notó que el caballo solo tiene tres patas.

Un comentario en «Heidelberg: Bombardea con cuidado»

  1. Nadia

    Buscando información sobre el caballo de 3 patas llegué aquí. En los jardines que hay alrededor del castillo de Heidelberg también hay una escultura de un caballo de tres patas. Necesito saber por qué… buena reseña la tuya sobre la ciudad, pero sigo con la duda. Jaja

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