You are not there
Este mes mi padre habría cumplido 107 años.
“Es la vida mi’jo, yo no te crié pa’mi. Yo hice mi vida, haz tu la tuya” me dijo cuando me despedí antes de salir hacia el aeropuerto.
¡Hey! créanme que aún mi viejo anda aún aquí conmigo, tomándome la mano en cada salto.
Nunca le dije, nunca le dijimos, que yo, forzado por la realidad del emigrante, hice cualquier trabajo para poder subsistir, que atendí al teléfono, que trabajé turnos rotativos de madrugada mientras le hablaba al teléfono. Mi padre se fue sin saberlo y creo que fue mejor así. No tuve valor para deshacer el brillo en sus ojos grises por la edad, cuando hablaba de su hijo el arquitecto.
Pero ahora que después de dieciocho años he encontrado el camino de regreso a mi profesión, me pregunto ¿cómo le hago saber? No es justo, pensé y entonces recordé esta canción que parece hecha para mi y mi viejo.
P.D.:
Nunca pude despedirme de él (tampoco de mi madre). Es lo jodido de la emigración y lo único que duele de esa decisión, pero sé que ambos estarían contentos y celebraríamos a nuestra salud.
https://youtu.be/IC-bSbXZBcU