La Habana de mi abuelo.

La Habana de mi abuelo.

La Habana 1958

Me he quedado pensando en una discusión que se suscitó ayer a partir de una comparación entre la Habana de 1958 y la de 2020. Entre La Habana de mi abuelo y la que sufrimos hoy. Comparación que comenzaba con las fotos de los grandes hoteles construidos, los americanos, las prostitutas y sazonada con los nombres de dos dictadores, Gerardo Machado y Fulgencio Batista.

Al leer estas cosas siempre me queda la sensación de que todos nuestros abuelos iban con una pistola en la cintura y las viejas eran putas. Hiper simplificación y propaganda. Barata, pero propaganda.

Quizás porque veo la ciudad con ojos de arquitecto y conozco algo de los resortes necesarios para construir no puede un periodista pasarme gato por liebre, por mucho que se esfuerce.

Una ciudad no es una aglomeración de hoteles. Aunque hoy en medio de la crisis en La Habana solo se construyen hoteles, la ciudad se compone de miles de programas, grandes y pequeños.Miremos el mapa de La Habana de principios del siglo XX y el de 1958. Hablemos de la expansión más allá de las murallas, de la explosión constructiva que creó nuevos barrios. ¿Fueron programas políticos? ¿Son La Víbora, El Vedado, Marianao o Guanabo,resultado de programas lanzados por Machado o Batista? La respuesta es: alguna barriada si. La minoría. Y eso lo saben los periodistas. Como también se sabe que esos barrios fueron construidos en su inmensa mayoría por iniciativa privada de nuestros abuelos y bisabuelos.

Una ciudad no son sólo casas. La ciudad es también servicios.Si queremos hacer una comparación justa hablemos de servicios a la población en 1958.
Hablemos de cines, teatros, restaurantes, tiendas, iglesias u hospitales. Programas que no estaban influenciados por políticos, al menos en cantidades considerables. Un hospital aquí o una calle allá. Pero la inmensa mayoría es resultado de la iniciativa de nuestros viejos. Algunos se construyeron incluso a pesar del político de turno.

Cines de La Habana

Ya es casi un cliché hablar de cuántos cines había en La Habana en 1958. Más de 120 es la respuesta. O hablar de cuál era su estado técnico, de si tenían la tecnología de la época o si tenían aire acondicionado. ¿Los construyó un político o nuestro abuelo? Si algo demuestra la decadencia habanera es el estado calamitoso de sus cines y teatros.

Solo una pregunta más y paso a otra cosa ¿Para qué le quitaron el cine al abuelo si ahora están hecho tierra? ¿Había necesidad de eso?

Pasemos a los auto-cines en La Habana de hoy ¿Autos? ¿Cines?Restaurantes: ¿Puede alguien decir cuantos restaurantes había solo en la calle Monte en el tramo desde el parque de La India a Cuatro Caminos? Probablemente más que en toda La Habana actual. ¿Cuántos había en su continuación “Calzada del Cerro-Puentes Grandes-Ave 51, hasta arroyo Arenas? Probablemente más que en toda Cuba hoy. Sumemos todos los ejes comerciales habaneros. Infanta, Diez de Octubre, Ayestarán, las avenidas 23, 31 y 41. La Calzada de Luyanó y la de Guanabacoa o en Regla. Por poner solo los ejes grandes.
Los había en el centro y en la periferia. Varios miles de restaurantes en todas las categorías, tamaños y cocinas. Eso no fue nunca un programa de Batista. ¿Puede algún periodista oficialista citar de memoria -ya que no me acuerdo yo- una marisquería en La Habana actual o un restaurante de pescados donde haya pescado? Debe ser cosa fácil tratándose de una isla. Claro, una isla que no sea la Cuba de 2020. Porque hasta 1958 los hubo. Y muchas. Ninguno tenía que ver con Batista, ni este dedicaba tiempo explicando en la televisión por qué no tenemos pescado. El pescado estaba a pesar de Batista, se lo compraban al pescador de la esquina.

Tiendas en La Habana:

A veces se piensa sólo en Sears o en el Ten Cent. Pero cuántas ferreterías había en La Habana. Si usted necesitaba una puntilla en La Lisa no necesitaba ir a Feito y Cabezón en Centro Habana porque en su barrio había probablemente diez quincallas. ¿Eran de Batista o eran de alguno de nuestros abuelos? Los periodistas saben la respuesta.
Y hablemos de las bodegas de chinos y gallegos y las farmacias,y las florerías. ¿Cuántas florerías hay hoy en La Habana? ¿El embargo no deja crecer las flores?

Dulcerías, panaderías y otras boberías

Mi abuelo era dulcero, dos de mis tíos le siguieron. ¿Nos ponemos tristes y hablamos de dulcerías? Trabajaba en una dulcería en Ave. Gral Lee hoy Ave 114 en Marianao. No sólo no venden dulces sino que desde que la nacionalizaron se fue apagando y hoy no quedan ni los cimientos. Literalmente.

¿Panaderías y cafeterías las 24 horas en La Habana de mi abuelo y hoy?

Estructura vial

¿Ha mejorado el estado técnico de las vías? Nuestros bisabuelos hicieron el Malecón. Quizás influenciado por los políticos por la envergadura de la obra. Pero de político a político, ¿Pueden mostrar alguna obra comparable Díaz-Canel y comparsa? ¿O quien tú sabes?

Hospitales en La Habana:

La salud. ¿Se han construido hospitales? Sí. Muchos si se incluyen los policlínicos y casas del médico de la familia. Pero no basta erigir una estructura, También hay que darle mantenimiento y ahí ya la cosa se nos pone difícil en la actualidad.

Comparemos el diseño, los pisos de Maternidad obrera son una obra maestra de diseño. Comparemos sus colores, su calidad con los pisos de cualquiera de los nuevos hospitales. Comparemos la fachada del hospital militar de Marianao o el del Asklepios con las del Hospital Miguel Enrique. ¿Y las casas del médico de la familia? ¡Por dios si parecen ser del siglo XIX! Se caen a pedazos.Pasemos revista a los parques, mobiliario urbano, jardines y estructuras. Qué tal el Obelisco de Marianao, el puente sobre el Almendares, los túneles, la fuente luminosa o de La India, las estatuas a próceres de la independencia. De los parques diseñados en Regla, Centro Habana o Guanabacoa. Eso también es ciudad.Hablemos de ocio porque la ciudad no es solo un lugar para trabajar y ver televisión.

La Habana nocturna

Cuando se habla de La Habana nocturna de antes de la revolución se reduce siempre a las prostitución y los marines americanos pues para los periodistas actuales todas nuestras abuelas eran putas. No había más nada.
Pero no se habla de las numerosas casas de fiesta en la ciudad, de los clubes de todo tipo donde se iba a bailar y que organizaban matinés para los niños y adolescentes. De los casinos españoles, de las sociedades de color. Organizaciones que ofrecían también conciertos y bailes.

O incluso hablemos del simple “bar de la esquina” de La Habana de mi abuelo, famosos por sus vitrolas. Hace unos años fui con unos amigos alemanes a La Habana y luego de mostrarles la arquitectura y tal, ahogados por el calor, me hicieron esta pregunta: ¿Dónde podemos ir a tomar unas cervezas y jugar billar? Hice el papelazo total. ¿Puede mencionar alguien un bar en La Habana donde yo pueda hacer algo tan simple como ir a jugar billar? Los anuncios de agencias turísticas en Berlín gritan: ¡Visite La Habana, la ciudad que nunca duerme! Imagino que tienen razón, que no hay quien duerma en medio de un apagón.

Iglesias en La Habana

Y hablemos de cuántas iglesias se deben a Machado o Batista. La respuesta es: Ninguna. Las iglesias se construyen cuando su membresía tiene el dinero. No necesitaron nunca el permiso de presidentes o dictadores. En ningún lugar del mundo.

Trate de construir un templo hoy día en La Habana. Incluso con el dinero. Incluso si la iglesia decide importar los materiales. Trate. Pase primero por la oficina de asuntos religiosos. Trate.Podría seguir hasta el infinito, pero ya lo dijo quien lo dijo “no vale la pena emborronar cuartillas”.

La Habana de mi abuelo

La cosa no es tratar de mostrarme a mi que la de hoy es mejor que La Habana de mi abuelo, sino demostrárselo a nuestros viejos. — Eso es lo que hemos hecho de La Habana que nos dejaron.

Probablemente nos desheredan.

Es verdad que en temas de arquitectura habanera no todo ha sido malo en los últimos 60 años. Pero seamos honestos: casi todo.

Un comentario en «La Habana de mi abuelo.»

  1. Estimado Julio Gandarilla, leyendo tu completisima relato de los tiempos de tus abuelos, me emociona ya que es recordar los años de mi provinciana niñez acá mismo en TALCA-Chile y los veraneos en Constitucion antes de construir la Celulosa (1966) y se acabara para siempre un tradicional e incluso exclusivo balneario. Todo tiempo sin duda fue mejor.. Chile ?? 1958 en aquellos años era pais con afamada industria nacional, incluso tenía slogan Hecho en Chile también Si es chileno, es bueno, importar era muy caro, Prácticamente Nadie viajaba al extranjero, era muy caro, sólo lo hacían extranjeros residentes o descendientes de extranjeros y Éramos Felices. Año 1958 tenía 17 años
    era estudiante colegio católico (La Salle)nuestro profesor jefe era cubano (Hno. Bernabé) muy agradable como son todos los cubanos, nos enseñó canciones como Siboney y otras, y nos hablaba de su Cuba ??, incluso Fidel parece de educó en colegio católicos, y según Hno Bernabé era un joven bien intencionado que cuando bajó de la Sierra Maestra 1958 fue para liberar a Cuba de la explotación norteamericana, lamentablemente todos en el mundo somos testigos que con el poder se corrompió y coludio con Rusia y no me cabe ninguna duda que tú Julio tienes toda la razón, aunque en esos años eras un bebé. Abrazo

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